Aquella época.

Faltaban no más de 5 minutos para las 7:00 pm de aquel día y yo había terminado mis clases, en ese momento el timbre de mi celular sonó y en un instante vino a mi mente una persona, así es, yo deseaba que el remitente de aquel mensaje fuera esa persona, no podía creerlo ¿Por qué vino a mi mente? y ¿Por qué tenía el sentimiento de querer recibir un mensaje suyo, acaso empezaba a sentir interés por él? No dude en verificar y al leerlo había un mensaje de un número desconocido que decía: “¿Estás libre? Me gustaría verte, se acabó mi saldo Atte: X”. ¿que me estaba pasando? Sin duda sentía un extraño interés hacia él, sabía sus intenciones pero en el fondo no estaba segura de querer que en el proceso de conocerlo avanzara algo más allá, no estaba segura de lo que yo quería, pero aun así le respondí: “Si, acabo de salir, te veo en las bancas frente a Ingeniería, ¿va?” Yo no sabía en lo que me metía o quizá si lo hacía…

Tardé unas semanas para llegar a mi cuarto todas las noches y tirarme en la cama terminando con un profundo respiro, empezaba a sentir más que un interés, yo empezaba a enamorarme, no era algo que no conociera pero eso no pasa con cualquiera ¿o si? creo que me había sorprendido el hecho de que inconscientemente había dejado entrar a una persona para desestabilizar mis pensamientos después de varias inseguridades o miedo y que sinceramente no era a quién imaginaba para que hiciera y moviera todo eso en mí, pero lo qué pasó fue que aposté a lo que él sentía por mí pese a que yo en su momento no sentía lo mismo, el nerviosismo y la sonrisa con la que me recibía cuando me acercaba para saludarle cuando lo veía me fue conmoviendo, el interés que tenía sobre mí era inocente y lo sentí tan puro que cuando me di la oportunidad de conocerle no me di cuenta que yo Andrea, había caído en un round del amor.

Un recuerdo muy bueno, fue una historia que continuó por mucho tiempo...