Anécdota - Despertar, ¡pero que dicha!
- Andy
- 15 nov 2021
- 2 Min. de lectura
Todo marchaba espectacular o eso me hacía creer a mi misma, estar con él me hacía sentir muy bien pues teníamos una conexión bastante buena, ¿pero eso lo era todo? mmm no, la verdad es que no, empecé a darme cuenta que conforme pasaban los años nuestros caminos iban en diferentes direcciones, y también algo súper importante, ya no quería cambiar cosas de mi persona por una idea errónea que él tenía sobre mí, ¿por qué hacerlo? ¿acaso no me quería tal y cómo yo era? pensaba que si, pero me dí cuenta de lo contrario, el enamoramiento se había esfumado tal y como el gas de una coca cuando se te caé la lata, yo tenía el brillo semejante al de una moneda de siglos pasados, había dejado de ser yo misma... ¡que cosa tan espantosa! ¿como es que había pasado?
No sabía que había sucedido con lo que teníamos... ¿quién había sido el que falló? ¿fuimos ambos? no lo sé, realmente ya no importaba en ese momento, solo quería volver a mi camino con o sin él... Así que si, fue sin él.
Realmente nunca sabes cuando dejas de ser tu mismo con alguien, mentimos a esa persona y sobre todo nos mentimos a nosotros mismos (lo piorrrr), así que retome mi camino, haciendo cosas que me gustaban y que claramente había dejado a un lado hace mucho tiempo... Yo no era una nueva Andy, era la misma Andy pero ahora era la que había decidido salir de una burbuja en la que solía vivir, llevé una resiliencia que nooombre, pa'que te cuento! fue la fortaleza y la mejor decisión que tomé, me sentí tan bien... Sabía que lo bueno para mí estaba por comenzar, cosas nuevas que conocer y que el amor llegaría en su momento, de la forma en la que viniera, llámese un lugar, una situación, un proyecto o una persona... Y es que cuando te topas con pared, aprendes demasiadas cosas incluso de ti mismo, es la mejor forma de aprender, cometiendo errores... Hazlo, vive los días, sin miedo a lo que vaya a pasar, para eso estamos en esta montaña rusa llamada vida.
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